¿Qué hay en un nombre?
Colaborador: Thomas Hummel, Technische Universität Dresden, Dresden, Alemania
Destinatarios: mayores de 6 años.
Meta(s):
Aprender que los olores son típicamente difíciles de identificar.
Materiales:
- 2 o más fuentes de olor diferentes (como frutas u otros alimentos que tengan olores).
- 2 o más frascos opacos.
Pasos:
- Sin que los participantes vean, colocar cada una de las fuentes de olor en un frasco diferente.
- Venda los ojos del participante, o pídele que mantenga sus ojos cerrados;
- Aproxima el frasco a unos dos centímetros por debajo de su nariz;
- A continuación, pídele que identifique que olió. Lo más probable es que diga algo que no sea lo que olio, aunque el olor sea muy familiar.
- Pídele que describa el olor y las asociaciones que pueda encontrar con este olor. Probablemente, pueda mencionar cuándo o dónde olió este olor, pero aun así le sea difícil identificarlo.
- Si no pudiera identificar el olor, ofrécele 4 opciones para elegir. Por ejemplo, si el olor proviene de una naranja, nómbrale cuatro frutas (como naranja, fresa, mora, piña/ananá) y pide al participante que seleccione cuál de esas opciones le parece la correcta.
- Por último, permite que el participante vea el contenido del frasco y veras cuán rápido el olor será identificado.
¿Qué aprendimos hoy?
Por lo general, nos resulta difícil identificar olores, sobre todo cuando no tenemos otras claves o pistas. Las claves verbales nos pueden ayudan a identificar los olores pero lo que más nos ayuda es el observar la fuente del olor.
Si deseas leer más sobre este tema busca este artículo científico:
Sulmont-Rosse, C., Issanchou, S., & Köster, E. P. (2005). Odor naming methodology: correct identification with multiple-choice versus repeatable identification in a free task. Chemical senses, 30(1), 23-27.